
Placas dentales
Como causa de la caries y de enfermedades parodontales encontramos en primera posición la placa dental. Recibe el nombre de placa dental las placas blandas bacterianas de color blanco-amarillento. Están formadas por una matriz (sustancia base) y más de la mitad son bacterias. 1 mg de placa, es decir una milésima de gramo, contiene aprox. 700 millones de microorganismos. Las bacterias de la placa utilizan sacáridos para cubrir sus necesidades energéticas procedentes de la alimentación de las personas. Azúcares como p. ej. glucosa, sacarosa (azúcar blanco) o fructosa (azúcar de la fruta) pueden penetrar rápidamente en la placa, siendo procesados allí mismo. Este es el motivo de que las diferentes modalidades de azúcar sean cariógenas. Los azúcares introducidos son descompuestos por las bacterias, al hacerlo se forman ácidos, como p. ej. el ácido láctico. Dichos ácidos ponen en marcha la caries. La placa se vuelve más gruesa, “crece”.
El valor pH en la placa baja. Si el valor pH llega a 5,5 o menos, la cantidad de ácido es tan elevada que ya no puede ser neutralizada por el efecto tampón de la saliva. La consecuencia es la creciente desmineralización del esmalte dental, por lo cual puede aparecer una caries.
Las primeras placas se forman en fisuras, hoyos, espacios interdentales y en las proximidades de las encías. En las capas profundas de la placa madura rigen unas condiciones anaeróbicas (falta de oxígeno); es decir las mejores condiciones de crecimiento para los gérmenes, que favorecen las enfermedades parodontales. Por medio de teñido es posible mostrar bien la placa, que de este modo toma un color rojo azulado que permite una fácil visualización.