
Prótesis completas
Las prótesis totales sirven para reemplazar a los dientes naturales en caso de pérdida de dientes en uno o en ambos maxilares. Con la prótesis total se pretende básicamente el restablecimiento de la función de masticar, fonética y estética de los dientes naturales. Al hacerlo no pueden resultar dañados los tejidos que soportan las prótesis dentales o que delimitan con ellas. A diferencia de las prótesis parciales, en el caso de las prótesis totales no es posible utilizar dientes para la sustentación de la prótesis. La prótesis total no puede ser levantada por los movimientos de la mucosa, de la musculatura mímica y de la musculatura masticatoria.
Los factores físicos principales para la sujeción de la prótesis son básicamente las fuerzas capilares resultantes de la saliva que actúan entre la base y la mucosa, así como la presión negativa y la adhesión. Debido a la función valvular obturadora del borde de la prótesis (borde funcional) también recibe el nombre de borde valvular.
Las prótesis totales del maxilar inferior raramente quedan bien sujetas. A diferencia de las prótesis del maxilar superior, que gracias a la adhesión pueden aguantarse por succión a la mucosa del paladar, estas otras sólo se aguantan sobre una delgada sección del maxilar.
Tras un período prolongado de llevarlas todas las prótesis totales provocan una degradación del maxilar. La consecuencia de ello es una falta de sujeción, zonas de presión y dolores. Por consiguiente, una mandíbula sin dientes es una importante indicación para optar por los implantes. Una prótesis dental sustentada con implantes puede mejorar la calidad de vida, la autoestima, la comodidad al llevarla y al masticar, el aspecto y la pronunciación.