Proceso de colocación de un implante

Contraindicaciones generales
Contraindicaciones locales

Condiciones previas

Las condiciones previas para una implantación son la ausencia de contraindicaciones.

Las contraindicaciones son p. ej. pacientes de riesgo, graves enfermedades generales (p. ej. enfermedades sistémicas de los huesos, osteoporosis, diabetes), falta de motivación y de cooperación, falta de higiene bucal, dentadura restante no saneada, falta de hueso en la zona del canal mandibular o del seno maxilar, estado tras radiación.

Examen previo a la aplicación del implante

Se verifica si hay suficiente hueso para el implante en el lugar previsto. Para ello se evalúan modelos en yeso de la mandíbula, mediciones del grosor de la mucosa y radiografías o tomas tomográficas por ordenador. Para la planificación radiográfica del implante hay transparencias con diferentes formas de implantes, que se colocan sobre las radiografías para determinar la posición óptima del implante. A continuación, puede elegirse el implante en cuanto a longitud y grosor. Los implantes no pueden dañar ni poner en peligro ninguna estructura anatómica relevante (p. ej. cavidad maxilar, dientes limítrofes, nervios u otros implantes). Durante la operación puede comprobarse la posición del lecho del implante y la orientación del eje del implante con una plantilla especial. Hay varias formas de diagnóstico por imágenes:

  • Película del diente en implantes individuales.
  • Ortopantomógrafo:
    En el maxilar inferior: valoración del discurrir del canal del nervio.
    En el maxilar superior: valoración del límite de la cavidad mandibular y de la base de la nariz.
  • Radiografía lateral:
    valoración de la altura del proceso alveolar en la región de los dientes frontales del maxilar superior e inferior.
  • Tomografía computerizada:
    Son posibles representaciones tridimensionales, con cuya ayuda es posible determinar la dirección, la longitud y el diámetro del implante.

Operación de implante

Unidad quirúrgica
Preparación de la colocación del implante

Tras la anestesia se pliega un colgajo muco-perióstico sobre la región ósea prevista. Con una plantilla de perforación y un taladro piloto fino se determina la posición del implante. Con diversas fresas se prepara el taladro del hueso, que debe ajustarse exactamente al tamaño del implante. Para ello existen fresas especiales con refrigeración externa o interna. Tras un enjuague esmerado del orificio en el hueso con solución de sal común se atornilla o se inserta el implante estéril en el hueso. Al hacerlo, la solución no puede resultar contaminada bacterialmente. A continuación, se vuelve a coser con cuidado la mucosa sobre el implante.

En la integración ósea primero tiene lugar una acumulación de hueso fasciculado en la superficie del implante, que en el transcurso de un año pasa a ser hueso lamelar, mientras que en el punto de paso del implante se forma un limbo gingival como en un diente natural. Los implantes óseointegrados no tienen un periodoncio y por consiguiente van unidos rígidamente al hueso.

También puede tener lugar una integración fibroósea, con lo cual no tiene lugar una oseointegración. Este tipo de casos son valorados como fracasos, ya que los implantes integrados en el tejido conjuntivo se vuelven móviles mucho más rápidamente, perdiéndose al poco tiempo como consecuencia de una infección marginal.

 

Implante atornillado con envases
Colocación del implante
Control radiográfico, estructura del implante, corona
Implantes en maxilar sup. y maxilar inf.
Pilares de implantes